martes, 3 de enero de 2023

CAPÍTULO 4: EL LIBRO DEL VIENTO

 

 

 

CAPÍTULO 4: EL LIBRO DEL VIENTO
 

 

En el campo de la estrategia es necesario conocer los caminos de otras
escuelas, por lo que en este Libro del Viento he escrito sobre otras tradicio-
nes de estrategia.


Sin conocer los caminos de otras escuelas, es difícil entender la esencia
de mi escuela Ichi. Observando otras escuelas encontramos algunas que se
especializan en técnicas de fuerza utilizando espadas extralargas. Algunas
escuelas estudian la Vía de la espada corta, conocida como kodachi. Algu-
nas escuelas enseñan la destreza en un gran número de técnicas de espada,
enseñando las actitudes de la espada como la "superficie" y la Vía como el
"interior".


En el interior de este libro muestro claramente que ninguna de ellas es la
verdadera Vía: todos los vicios y virtudes y los aciertos y errores. Mi escue-
la Ichi es diferente. Otras escuelas hacen de los logros su medio de vida,
cultivando flores y coloreando decorativamente artículos para venderlos.
Esto definitivamente no es la Vía de la Estrategia.


Algunos estrategas del mundo sólo se preocupan por la esgrima, y limi-
tan su entrenamiento al florecimiento del sable largo y al porte del cuerpo.
Pero, ¿es la destreza por sí sola suficiente para ganar? Esta no es la esencia
de la Vía.


En este libro he registrado uno por uno los puntos insatisfactorios de
otras escuelas. Debéis estudiar estas cuestiones en profundidad para apre-
ciar el beneficio de mi escuela Ni To Ichi.

Otras escuelas que utilizan espadas extralargas


Algunas otras escuelas tienen una afición por las espadas extra largas.
Desde el punto de vista de mi estrategia, estas deben ser vistas como escue-
las débiles. Esto se debe a que no aprecian el principio de cortar al enemigo
por cualquier medio. Su preferencia es la espada extralarga y, apoyándose
en la virtud de su longitud, piensan derrotar al enemigo a distancia.
En este mundo se dice: "Una pulgada da ventaja a la mano", pero estas
son las palabras ociosas de quien no conoce la estrategia. Muestra la estrate-
gia inferior de un espíritu débil que los hombres dependan de la longitud de
su espada, luchando a distancia sin el beneficio de la estrategia.
Supongo que hay argumentos para que a la escuela en cuestión le gusten
las espadas extralargas como parte de su doctrina, pero si lo comparamos
con la vida real no es razonable. Seguramente no tenemos que ser necesa-
riamente derrotados si usamos una espada corta y no tenemos una espada
larga.


Es difícil para esta gente cortar al enemigo cuando está de cerca debido a
la longitud de la espada larga. El recorrido de la hoja es grande, por lo que
el sable largo es un estorbo, y están en desventaja en comparación con el
hombre armado con un sable corto de compañero.
Desde la antigüedad se ha dicho: "Lo grande y lo pequeño van juntos".
Así que no me disgustan incondicionalmente las espadas extralargas. Lo
que me desagrada es la inclinación hacia la espada larga. Si consideramos la
estrategia a gran escala, podemos pensar en las fuerzas grandes en términos
de espadas largas, y en las fuerzas pequeñas como espadas cortas. ¿No pue-
do dar batalla a pocos contra muchos? Hay muchos casos en los que pocos
hombres han vencido a muchos.


Tu estrategia no tiene importancia si cuando se te pide que luches en un
espacio reducido tu corazón se inclina por la espada larga, o si estás en una
casa armado sólo con la espada de tu compañero.
Además, algunos hombres no tienen la fuerza de otros. En mi doctrina,
me disgusta el espíritu preconcebido y estrecho. Debes estudiar bien esto.
El espíritu de la espada larga y fuerte en otras escuelas

No debéis hablar de espadas largas fuertes y débiles. Si sólo blandís el
sable largo con un espíritu fuerte, vuestro corte será tosco, y si utilizáis el
sable toscamente tendréis dificultades para vencer.


Si te preocupas por la fuerza de tu sable, intentarás cortar con una fuerza
desmedida, y no podrás cortar en absoluto. También es malo tratar de cortar
con fuerza cuando se prueba la espada. Cuando cruzáis la espada con un
enemigo, no debéis pensar en cortarle con fuerza o con debilidad; pensad
sólo en cortarle y matarle. Ten la intención de matar al enemigo únicamen-
te. No intentes cortar con fuerza y, por supuesto, no pienses en cortar débil-
mente. Sólo debes preocuparte por matar al enemigo.


Si confiáis en la fuerza, cuando golpeéis la espada del enemigo, inevita-
blemente golpearéis demasiado fuerte. Si haces esto, tu propia espada será
arrastrada como resultado. Por lo tanto, el dicho "La mano más fuerte gana"
no tiene sentido.
En la estrategia a gran escala, si tienes un ejército fuerte y confías en la
fuerza para ganar, pero el enemigo también tiene un ejército fuerte, la bata-
lla será feroz. Esto es igual para ambos bandos.
Sin el principio correcto no se puede ganar la lucha. El espíritu de mi es-
cuela es ganar a través de la sabiduría de la estrategia, sin prestar atención a
las nimiedades. Estudiadlo bien.


Uso del sable largo más corto en otras escuelas


Utilizar un sable largo más corto no es la verdadera manera de ganar.
En la antigüedad, tachi y katana significaban espadas largas y cortas. Los
hombres de fuerza superior en el mundo pueden blandir con ligereza inclu-
so un sable largo, por lo que no hay razón para que les guste el sable corto.
También aprovechan la longitud de las lanzas y las alabardas. Algunos
hombres utilizan un sable largo más corto con la intención de saltar y apu-
ñalar al enemigo en el momento desprevenido en que éste blande su espada.
Esta inclinación es mala.


Apuntar al momento desguarnecido del enemigo es completamente de-
fensivo, e indeseable en el cuerpo a cuerpo con el enemigo. Además, no po-
déis utilizar el método de saltar dentro de su defensa con un sable corto si
hay muchos enemigos. Algunos hombres piensan que si se enfrentan a mu-
chos enemigos con un sable largo más corto pueden recorrer sin restriccio-

nes cortando en barrido, pero tienen que parar los cortes continuamente, y
finalmente se enredan con el enemigo. Esto es incompatible con la verdade-
ra vía de la estrategia.


Por lo tanto, la manera segura de ganar es perseguir al enemigo de mane-
ra confusa, haciéndole saltar a un lado, con el cuerpo sostenido con fuerza y
rectitud. El mismo principio se aplica a la estrategia a gran escala. La esen-
cia de la estrategia es caer sobre el enemigo en gran número y provocar su
rápida caída. Mediante el estudio de la estrategia, la gente del mundo se
acostumbra a contrarrestar, evadir y retroceder como algo normal. Se acos-
tumbran a este hábito, por lo que pueden ser fácilmente desfilados por el
enemigo. El camino de la estrategia es recto y verdadero. Debéis perseguir
al enemigo y hacerle obedecer a vuestro espíritu.


Otras escuelas con muchos métodos de uso de la espada larga
Dar mucha importancia a las actitudes del sable largo es una forma de
pensar errónea. Lo que se conoce en el mundo como "actitud" se aplica
cuando no hay enemigo. La razón es que esto ha sido un precedente desde
tiempos antiguos, y no debe existir en los duelos "esta es la forma moderna
de hacerlo". Hay que forzar al enemigo a situaciones incómodas.


Las actitudes son para situaciones en las que no hay que moverse. Es de-
cir, para guarnecer los castillos, la formación de batalla, etc., mostrando el
espíritu de no ser movido ni siquiera por un fuerte asalto. Sin embargo, en
el camino del duelo, siempre debes tener la intención de tomar la iniciativa
y atacar. La actitud es el espíritu de esperar un ataque. Debes apreciar esto.
En los duelos de estrategia debes mover la actitud del adversario. Ataca
donde su espíritu es flojo, hazle caer en la confusión, irrita y aterroriza.
Aprovecha el ritmo del enemigo cuando está inquieto y podrás ganar.
No me gusta el espíritu defensivo conocido como "actitud". Por eso, en
mi Camino, hay algo que se llama "Actitud-Sin Actitud".


En la estrategia a gran escala desplegamos nuestras tropas para la batalla
teniendo en cuenta nuestra fuerza, observando los números del enemigo y
tomando nota de los detalles del campo de batalla. Esto es al principio de la
batalla.


El espíritu de atacar primero es completamente diferente del espíritu de
ser atacado. Soportar bien un ataque, con una actitud fuerte, y parar bien el

ataque del enemigo, es como hacer un muro de lanzas y alabardas. Cuando
atacas al enemigo, tu espíritu debe llegar al extremo de arrancar las estacas
de un muro y utilizarlas como lanzas y alabardas. Debes examinar bien
esto.


La fijación de los ojos en otras escuelas


Algunas escuelas sostienen que los ojos deben fijarse en la espada larga
del enemigo. Algunas escuelas fijan los ojos en las manos. Otras fijan los
ojos en la cara, otras en los pies, etc. Si fijas los ojos en estos lugares, tu es-
píritu puede confundirse y tu estrategia frustrarse.


Lo explicaré con detalle. Los futbolistas no fijan sus ojos en el balón,
pero con un buen juego en el campo pueden tener un buen rendimiento.
Cuando te acostumbras a algo, no te limitas al uso de tus ojos. Las personas,
como los maestros de la música, tienen la partitura delante de su nariz, o
hacen florear las espadas de varias maneras cuando han dominado la Vía,
pero esto no significa que fijen sus ojos en estas cosas específicamente, o
que hagan movimientos inútiles de la espada. Significa que pueden ver con
naturalidad.


En la Vía de la Estrategia, cuando hayáis luchado muchas veces podréis
apreciar fácilmente la velocidad y la posición de la espada del enemigo, y
teniendo y dominando la Vía, veréis el peso de su espíritu. En la estrategia,
fijar los ojos significa mirar el corazón del hombre.


En la estrategia a gran escala, el área a vigilar es la fuerza del enemigo.
"Percepción" y "vista" son los dos métodos de ver. La percepción consiste
en concentrarse fuertemente en el espíritu del enemigo, observar la condi-
ción del campo de batalla, fijar fuertemente la mirada, ver el progreso de la
lucha y los cambios de ventajas. Esta es la forma segura de ganar.


En el combate individual no debéis fijar la mirada en los detalles. Como
he dicho antes, si fijáis los ojos en los detalles y descuidáis las cosas impor-
tantes, vuestro espíritu se desconcertará y la victoria se os escapará. Investi-
ga bien este principio y entrena con diligencia.


El uso de los pies en otras escuelas


Existen varios métodos de utilización de los pies: el pie flotante, el pie de
salto, el pie de resorte, el pie de pisada, la pata de gallo y tales métodos de

marcha ágil. Desde el punto de vista de mi estrategia, todos ellos son
insatisfactorios.


No me gusta el pie flotante porque los pies siempre tienden a flotar du-
rante la lucha. El camino debe ser pisado con firmeza.


Tampoco me gusta el pie saltarín, porque fomenta el hábito de saltar, y un
espíritu saltarín. Por mucho que se salte, no hay ninguna justificación real
para ello; así que saltar es malo.


El pie saltarín provoca un espíritu saltarín que es indeciso.
El pie de apoyo es un método de "espera", y me desagrada especialmente.
Aparte de éstos, hay varios métodos de marcha rápida, como la pata de
gallo, etc.


pie de gallo, etc.


A veces, sin embargo, puedes encontrarte con el enemigo en terrenos
pantanosos, terreno pantanoso, valles fluviales, terreno pedregoso, o cami-
nos estrechos, en cuyas situaciones no se puede saltar o mover los pies
rápidamente.


En mi estrategia, el juego de pies no cambia. Siempre camino como suelo
hacerlo en la calle. Nunca hay que perder el control de los pies. Según el
ritmo del enemigo, muévete rápido o despacio, ajustando tu cuerpo ni mu-
cho ni poco.


Llevar los pies es importante también en la estrategia a gran escala. Por-
que, si atacáis de forma rápida e irreflexiva sin conocer el espíritu del
enemigo, vuestro ritmo se desestabilizará y no podréis ganar. O, si avanzáis
demasiado lentamente, no podréis aprovechar el desorden del enemigo, se
os escapará la oportunidad de ganar, y no podréis terminar el combate rápi-
damente. Debéis ganar aprovechando el desorden y el desvarío del enemi-
go, y no concediéndole ni siquiera una pequeña esperanza de recuperación.
Practica bien esto.


La velocidad en otras escuelas


La velocidad no forma parte de la verdadera vía de la estrategia. La velo-
cidad implica que las cosas parezcan rápidas o lentas, según tengan o no rit-
mo. Sea cual sea la Vía, el maestro de la estrategia no parece rápido.

Algunas personas pueden caminar hasta cien o ciento veinte millas en un
día, pero esto no significa que corran continuamente desde la mañana hasta
la noche. Los corredores sin práctica pueden parecer que han estado co-
rriendo todo el día, pero su rendimiento es pobre.
En el camino de la danza, los intérpretes consumados pueden cantar
mientras bailan, pero cuando los principiantes lo intentan, se ralentizan y su
espíritu se vuelve ocupado. La melodía del "viejo pino" que se toca con un
tambor de cuero es tranquila, pero cuando los principiantes lo intentan, se
ralentizan y su espíritu se vuelve ajetreado. Las personas muy hábiles pue-
den manejar un ritmo rápido, pero es malo golpear apresuradamente. Si tra-
tas de tocar demasiado rápido, te saldrás del tiempo. Por supuesto, la lenti-
tud es mala. Las personas realmente hábiles nunca se salen del tiempo, y
siempre son deliberadas, y nunca parecen ocupadas. A partir de este ejem-
plo, se puede ver el principio.


Lo que se conoce como velocidad es especialmente malo en la Vía de la
Estrategia. La razón es que, dependiendo del lugar, pantano o ciénaga, etc.,
puede que no sea posible mover el cuerpo y las piernas juntos rápidamente.
Menos aún podréis cortar rápidamente si tenéis una espada larga en esta si-
tuación. Si tratas de cortar rápidamente, como si usaras un abanico o una
espada corta, en realidad no cortarás ni siquiera un poco. Debes apreciar
esto.


También en la estrategia a gran escala, no es deseable un espíritu rápido y
ocupado. El espíritu debe ser el de sostener una almohada, entonces no lle-
garás ni siquiera un poco tarde.


Cuando tu oponente se apresura imprudentemente, debes actuar de forma
contraria y mantener la calma. No debes dejarte influir por el adversario.
Entrena con diligencia para conseguir este espíritu.


"Interior" y "Superficie" en otras escuelas


No hay "interior" ni "superficie" en la estrategia.
Las realizaciones artísticas suelen reivindicar el sentido interior y la tra-
dición secreta, y el "interior" y la "puerta", pero en el combate no existe lu-
char en la superficie, ni cortar con el interior. Cuando enseño mi Vía, prime-
ro enseño con técnicas fáciles de comprender para el alumno, una doctrina
fácil de entender. Me esfuerzo por explicar gradualmente el principio proundo, los puntos que apenas se pueden comprender, según el progreso del
alumno. En cualquier caso, como el camino de la comprensión es la expe-
riencia, no hablo de "interior" y "puerta".


En este mundo, si te adentras en las montañas, y decides ir más y más
profundo, en cambio, saldrás por la puerta. Cualquiera que sea la Vía, tiene
un interior, y a veces es bueno señalar la puerta. En la estrategia, no pode-
mos decir lo que se oculta y lo que se revela.


Por lo tanto, no me gusta transmitir mi Camino a través de promesas y
reglamentos escritos. Percibiendo la capacidad de mis alumnos, les enseño
la Vía directa, les quito la mala influencia de otras escuelas y les introduzco
gradualmente en la verdadera Vía del guerrero.


El método de enseñanza de mi estrategia es con un espíritu de confianza.
Debéis entrenaros con diligencia. En las nueve secciones anteriores he
tratado de registrar un esbozo de la estrategia de otras escuelas. Ahora po-
dría continuar dando una cuenta específica de estas escuelas una por una,
desde la "puerta" hasta el "interior", pero intencionalmente no he nombrado
las escuelas o sus puntos principales. La razón de ello es que las diferentes
ramas de las escuelas dan diferentes interpretaciones de las doctrinas. En la
medida en que las opiniones de los hombres difieren, también debe haber
ideas diferentes sobre el mismo asunto. Así, la concepción de un solo hom-
bre no es válida para ninguna escuela.


He mostrado las tendencias generales de otras escuelas en nueve puntos.
Si las miramos desde un punto de vista honesto, vemos que la gente siem-
pre tiende a gustar de las espadas largas o de las espadas cortas, y se preo-
cupa por la fuerza tanto en los asuntos grandes como en los pequeños. Po-
déis ver por qué no me ocupo de las "puertas" de otras escuelas.
En mi escuela Ichi del sable largo no hay ni puerta ni interior. No hay un
significado interior en las actitudes de la espada. Simplemente debéis man-
tener vuestro espíritu fiel para realizar la virtud de la estrategia.

 

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