miércoles, 4 de enero de 2023

CAPÍTULO 3: EL LIBRO DEL FUEGO

 

 

 

 

 

CAPÍTULO 3: EL LIBRO DEL FUEGO
 

 

 

En este Libro del Fuego de la escuela de estrategia Ni To Ichi describo la
lucha como fuego.
 

En primer lugar, la gente piensa estrechamente en el beneficio de la estra-
tegia. Utilizando sólo la punta de los dedos, sólo conocen el beneficio de
tres de los cinco centímetros de la muñeca. Dejan que una contienda se de-
cida, como con el abanico plegable, simplemente por la envergadura de sus
antebrazos. Se especializan en la pequeña cuestión de la destreza, apren-
diendo nimiedades como los movimientos de manos y piernas con la espada
de práctica de bambú.
 

En mi estrategia, el entrenamiento para matar a los enemigos se realiza a
través de muchas competiciones, luchando por la supervivencia, descu-
briendo el significado de la vida y la muerte, aprendiendo la Vía de la espa-
da, juzgando la fuerza de los ataques y comprendiendo la Vía del "filo y la
cresta" de la espada.
 

No se puede sacar provecho de las técnicas pequeñas, especialmente
cuando se lleva una armadura completa. Mi camino de la estrategia es el
método seguro para ganar cuando se lucha por la vida de un hombre contra
cinco o diez. No hay nada malo en el principio "un hombre puede vencer a
diez, así que mil hombres pueden vencer a diez mil". Debes investigar esto.
Por supuesto, no puedes reunir a mil o diez mil hombres para el entrena-
miento diario. Pero puedes convertirte en un maestro de la estrategia entre-
nando solo con una espada, de modo que puedas comprender la estrategia del enemigo, su fuerza y sus recursos, y llegar a apreciar cómo aplicar la
estrategia para vencer a diez mil enemigos.
 

Todo hombre que quiera dominar la esencia de mi estrategia debe investi-
gar con diligencia, entrenando mañana y tarde. Así podrá pulir su destreza,
liberarse de sí mismo y realizar una habilidad extraordinaria. Llegará a po-
seer un poder milagroso.
 

Este es el resultado práctico de la estrategia.
 

Según el lugar
 

Examine su entorno.
Póngase al sol; es decir, adopte una actitud con el sol a sus espaldas. Si la
situación no lo permite, debes tratar de mantener el sol a tu derecha. En los
edificios, debes situarte con la entrada detrás de ti o a tu derecha. Asegúrate
de que tu retaguardia no esté obstruida, y que haya espacio libre a tu iz-
quierda, estando tu lado derecho ocupado con tu actitud lateral. Por la no-
che, si se puede ver al enemigo, mantén el fuego detrás de ti y la entrada a
tu derecha, y por lo demás adopta tu actitud como arriba. Debes mirar hacia
abajo al enemigo, y adoptar tu actitud en lugares ligeramente más altos. Por
ejemplo, el Kamiza de una casa se considera un lugar elevado.
 

Cuando llegue el combate, intenta siempre perseguir al enemigo hacia tu
lado izquierdo. Persíguelo hacia lugares incómodos, y trata de mantenerlo
de espaldas a los lugares incómodos. Cuando el enemigo se sitúe en una po-
sición incómoda, no dejéis que mire a su alrededor, sino que perseguidlo
concienzudamente e inmovilizadlo. En las casas, perseguid al enemigo en
los umbrales, los dinteles, las puertas, las verandas, los pilares, etc., de nue-
vo sin dejarle ver su situación.
 

Persigue siempre al enemigo en los malos puntos de apoyo, los obstácu-
los laterales, etc., utilizando las virtudes del lugar para establecer posiciones
predominantes desde las que luchar. Debéis investigar y entrenar diligente-
mente en esto.
 

Los tres métodos para adelantarse al enemigo
 

El primero es adelantarse a él atacando. Esto se denomina Ken No Sen
(para ponerle una trampa).

Otro método es adelantarse a él mientras ataca. Esto se llama Tai No Sen
(esperar la iniciativa).
 

El otro método es cuando tú y el enemigo atacáis juntos. Esto se llama
Tai Tai No Sen (acompañarlo y adelantarse a él).
No hay más métodos para tomar la iniciativa que estos tres. Como se
puede ganar rápidamente tomando la delantera, es una de las cosas más im-
portantes en la estrategia. Hay varias cosas que intervienen en la toma de la
delantera. Hay que sacar lo mejor de la situación, ver a través del espíritu
del enemigo para captar su estrategia y derrotarlo. Es imposible escribir so-
bre esto en detalle.
 

La primera - Ken No Sen
 

Cuando decidas atacar, mantén la calma y entra rápidamente, adelantán-
dote al enemigo. O puedes avanzar aparentemente con fuerza pero con un
espíritu reservado, adelantándote a él con la reserva.
Alternativamente, avanzad con un espíritu tan fuerte como sea posible, y
cuando alcancéis al enemigo moveros con los pies un poco más rápido de lo
normal, desestabilizándolo y abrumándolo bruscamente.
O, con el espíritu tranquilo, atacar con la sensación de aplastar constante-
mente al enemigo, desde el primero hasta el último. El espíritu es ganar en
las profundidades del enemigo. Todo esto es el Ken No Sen.
 

La segunda - Tai No Sen
 

Cuando el enemigo ataca, permaneced imperturbables pero fingiendo de-
bilidad. Cuando el enemigo os alcance, apartaos de repente indicando que
tenéis intención de saltar a un lado, y luego lanzaos a atacar con fuerza en
cuanto veáis que el enemigo se relaja. Esta es una forma.
O bien, cuando el enemigo ataca, atacad aún con más fuerza, aprove-
chando el desorden resultante en su tiempo para ganar.
Este es el principio del Tai No Sen.
 

El tercero - Tai Tai No Sen
 

Cuando el adversario ataca rápidamente, debéis atacar con fuerza y tran-
quilidad, apuntar a su punto débil mientras se acerca, y derrotarlo con
fuerza.

O, si el adversario ataca con calma, debéis observar sus movimientos y,
con vuestro cuerpo más bien flotante, uniros a sus movimientos cuando se
acerque. Muévete rápidamente y córtale con fuerza.
Esto es el Tai Tai No Sen.
 

Estas cosas no se pueden explicar claramente con palabras. Debes inves-
tigar lo que está escrito aquí. En estas tres formas de adelantarse, debes juz-
gar la situación. Esto no significa que siempre ataquéis primero, sino que si
el enemigo ataca primero, podéis guiarlo. En la estrategia, habéis ganado
efectivamente cuando os adelantáis al enemigo, por lo que debéis entrena-
ros bien para conseguirlo.
 

Mantener la almohada
 

"Mantener la almohada" significa no permitir que la cabeza del enemigo
se levante.
 

En los concursos de estrategia es malo dejarse llevar por el enemigo.
Siempre hay que ser capaz de guiar al enemigo. Obviamente, el enemigo
también pensará en hacerlo, pero no puede adelantarse a ti si no le permites
salir. En cuanto a la estrategia, debéis detener al enemigo cuando intente
cortar; debéis rechazar su empuje, y desechar su agarre cuando intente aga-
rrar. Este es el significado de "sujetar una almohada". Cuando hayáis com-
prendido este principio, cualquier cosa que el enemigo intente llevar a cabo
en la lucha la veréis con antelación y la suprimiréis. El espíritu es demasia-
do comprobar su ataque en la sílaba "a... ", cuando salta comprueba su salto
en la sílaba "ju... ", y comprueba su corte en "cu... ".
 

Lo importante en la estrategia es suprimir las acciones útiles del enemigo
pero permitir sus acciones inútiles. Sin embargo, hacer esto solo es defensi-
vo. En primer lugar, debéis actuar de acuerdo con la Vía, suprimiendo las
técnicas del enemigo, frustrando sus planes y, a partir de ahí, mandarle di-
rectamente. Cuando puedas hacer esto serás un maestro de la estrategia. De-
bes entrenar bien e investigar "sujetando una almohada".
 

Cruzar en un vado
 

"Cruzar en un vado" significa, por ejemplo, cruzar el mar en un estrecho,
o cruzar sobre cien millas de mar ancho en un lugar de cruce. Creo que este
"cruzar en un vado" ocurre a menudo en la vida del hombre. Significa ha-
cerse a la mar aunque sus amigos se queden en el puerto, conociendo la ruta, sabiendo la solidez de su barco y el favor del día. Cuando se reúnen
todas las condiciones, y tal vez hay un viento favorable, o un viento de cola,
entonces se zarpa. Si el viento cambia a pocas millas de tu destino, debes
remar la distancia restante sin vela.
 

Si consigues este espíritu, se aplica a la vida cotidiana. Siempre hay que
pensar en cruzar en un vado.
En la estrategia también es importante "cruzar en un vado". Discierne la
capacidad del enemigo y, conociendo tus propios puntos fuertes, "cruza el
vado" en el lugar ventajoso, como un buen capitán cruza una ruta marítima.
Si consigues cruzar por el mejor lugar, puedes estar tranquilo. Cruzar en un
vado significa atacar el punto débil del enemigo y colocarse en una posición
ventajosa. Así es como se gana la estrategia a gran escala. El espíritu de
cruzar en un vado es necesario tanto en la estrategia a gran escala como a
pequeña escala.
Hay que investigarlo bien.
 

Conocer los tiempos
 

"Conocer los tiempos" significa conocer la disposición del enemigo en la
batalla. ¿Está floreciendo o menguando? Observando el espíritu de los hom-
bres del enemigo y consiguiendo la mejor posición, podéis calcular la dis-
posición del enemigo y mover a vuestros hombres en consecuencia. Puedes
ganar mediante este principio de estrategia, luchando desde una posición de
ventaja.
 

En un duelo, debes adelantarte al enemigo y atacar cuando hayas recono-
cido primero su escuela de estrategia, percibido su calidad y sus puntos
fuertes y sus puntos débiles. Ataca de forma desprevenida, conociendo su
metro y modulación y el momento adecuado.
Conocer los tiempos significa, si tu capacidad es alta, ver bien las cosas.
Si conoces a fondo la estrategia, reconocerás las intenciones del enemigo y
tendrás así muchas oportunidades de ganar. Debes estudiarlo
suficientemente.
 

Pisar la espada
 

"Pisar la espada" es un principio que se utiliza a menudo en la estrategia.
En primer lugar, en la estrategia a gran escala, cuando el enemigo descarga

primero los arcos y las armas y luego ataca, nos resulta difícil atacar si esta-
mos ocupados cargando pólvora en nuestras armas o mellando nuestras fle-
chas. El espíritu es atacar rápidamente mientras el enemigo sigue disparan-
do con arcos o pistolas. El espíritu es ganar "pisando fuerte" mientras reci-
bimos el ataque del enemigo.
En el combate individual, no podemos obtener una victoria decisiva cor-
tando, con una sensación de "tee- dum tee-dum", en la estela de la espada
larga de ataque del enemigo. Debemos derrotarlo al comienzo de su ataque,
con el espíritu de pisarlo con los pies, para que no pueda levantarse de nue-
vo al ataque.
 

"Pisar" no significa simplemente pisar con los pies. Pisar con el cuerpo,
pisar con el espíritu y, por supuesto, pisar y cortar con la espada larga. De-
bes lograr el espíritu de no permitir que el enemigo ataque por segunda vez.
Este es el espíritu de la anticipación en todos los sentidos. Una vez en el
enemigo, no debéis aspirar sólo a golpearlo, sino a aferraros después del
ataque. Debéis estudiar esto profundamente.
Conocer el "colapso"
 

Todo puede derrumbarse. Las casas, los cuerpos y los enemigos se de-
rrumban cuando su ritmo se trastorna.
 

En la estrategia a gran escala, cuando el enemigo comienza a derrumbar-
se, debes perseguirlo sin dejar pasar la oportunidad. Si no aprovechas el co-
lapso de tus enemigos, éstos pueden recuperarse.
 

En el combate individual, el enemigo a veces pierde el ritmo y se de-
rrumba. Si dejas pasar esta oportunidad, puede recuperarse y no ser tan ne-
gligente a partir de entonces. Fija tu ojo en el colapso del enemigo, y persí-
guelo, atacando para no dejar que se recupere. Debes hacer esto. El ataque
de persecución es con un espíritu fuerte. Tenéis que derribar completamente
al enemigo para que no recupere su posición. Tenéis que entender cómo
cortar totalmente al enemigo.
 

Convertirse en el enemigo
 

"Convertirse en el enemigo" significa pensar en la posición del enemigo.
En el mundo la gente tiende a pensar en un ladrón atrapado en una casa
como un enemigo fortificado. Sin embargo, si pensamos en "convertirnos
en el enemigo", sentimos que todo el mundo está contra nosotros y que no hay escapatoria. El que está encerrado dentro es un faisán. El que entra a
detener es un halcón. Hay que apreciar esto.
 

En la estrategia a gran escala, la gente siempre tiene la impresión de que
el enemigo es fuerte, por lo que tiende a volverse cautelosa. Pero si tienes
buenos soldados, y si entiendes los principios de la estrategia, y si sabes
cómo vencer al enemigo, no hay nada de qué preocuparse.
En el combate individual también hay que ponerse en la posición del
enemigo. Si pensáis: "Aquí hay un maestro de la Vía, que conoce los princi-
pios de la estrategia", entonces seguramente perderéis. Debéis considerar
esto profundamente.
 

Liberar las cuatro manos
 

"Soltar las cuatro manos" se utiliza cuando tú y el enemigo estáis luchan-
do con el mismo espíritu, y la cuestión no se puede decidir. Abandona este
espíritu y gana a través de un recurso alternativo.
En la estrategia a gran escala, cuando hay un espíritu de "cuatro manos",
no te rindas: es la existencia del hombre. Abandonad inmediatamente este
espíritu y ganad con una técnica que el enemigo no espera.
También en el combate individual, cuando pensamos que hemos caído en
la situación de "cuatro manos", debemos derrotar al enemigo cambiando de
opinión y aplicando una técnica adecuada según su condición. Debéis ser
capaces de juzgar esto.
 

Mover la sombra
 

"Mover la sombra" se utiliza cuando no se puede ver el espíritu del
enemigo.
En la estrategia a gran escala, cuando no podéis ver la posición del
enemigo, indicadle que vais a atacar con fuerza, para descubrir sus recursos.
Es fácil entonces derrotarlo con un método diferente una vez que veas sus
recursos.
 

En el combate individual, si el enemigo adopta una actitud de retaguardia
o lateral del sable largo de modo que no podáis ver su intención, haced un
ataque de finta, y el enemigo mostrará su sable largo, creyendo ver vuestro
espíritu. Aprovechando de lo que se te muestra, puedes ganar con certeza.
Si te descuidas, perderás el momento. Investiga bien esto.

Detener una sombra
 

"Retener una sombra" se utiliza cuando puedes ver el espíritu de ataque
del enemigo.
En la estrategia a gran escala, cuando el enemigo se embarca en un ata-
que, si haces una demostración de suprimir fuertemente su técnica, cambia-
rá de opinión. Entonces, alterando tu espíritu, derrótalo adelantándote a él
con un espíritu del Vacío.
O bien, en un combate individual, retened la fuerte intención del enemigo
con un tiempo adecuado, y derrotadle adelantándoos a él con este tiempo.
Debes estudiar bien esto.
 

Transmitir
 

Se dice que muchas cosas se transmiten. La somnolencia puede ser trans-
mitida, y el bostezo puede ser transmitido. El tiempo también se transmite.
En la estrategia a gran escala, cuando el enemigo está agitado y muestra
una inclinación a precipitarse, no te preocupes en lo más mínimo. Dad una
muestra de calma total, y el enemigo se dejará llevar por ello y se relajará.
Cuando veáis que este espíritu se ha transmitido, podéis provocar la derrota
del enemigo atacando fuertemente con un espíritu del Vacío.
En el combate individual, puedes ganar relajando tu cuerpo y tu espíritu y
luego, aprovechando el momento en que el enemigo se relaja, atacar fuerte
y rápidamente, adelantándote a él. Lo que se conoce como "emborrachar a
alguien" es similar a esto. También puedes infectar al enemigo con un espí-
ritu aburrido, descuidado o débil. Debes estudiar bien esto.
 

Provocar la pérdida de equilibrio
 

Muchas cosas pueden causar una pérdida de equilibrio. Una causa es el
peligro, otra es la dificultad, y otra es la sorpresa. Debes investigar esto.
En la estrategia a gran escala es importante provocar la pérdida de equili-
brio. Ataca sin previo aviso donde el enemigo no lo espera, y mientras su
espíritu está indeciso sigue tu ventaja y, teniendo la ventaja, derrótalo.
O bien, en el combate individual, comienza haciendo gala de ser lento, y
luego ataca de repente con fuerza. Sin dejarle espacio para respirar y recu-

perarse de la fluctuación del espíritu, debes aprovechar la oportunidad para
ganar. Capta la sensación de esto.
 

Asustar
 

A menudo se producen sustos, causados por lo inesperado.
En la estrategia a gran escala puedes asustar al enemigo no sólo por lo
que presentas a sus ojos, sino gritando, haciendo que una fuerza pequeña
parezca grande, o amenazándole por el flanco sin previo aviso. Todas estas
cosas asustan. Puedes ganar aprovechando al máximo el ritmo asustado del
enemigo.
 

En el combate individual, además, debéis utilizar la ventaja de tomar al
enemigo desprevenido asustándolo con vuestro cuerpo, espada larga o voz,
para derrotarlo. Debes investigar bien esto.
Para empaparse
 

Cuando habéis llegado a un acuerdo y estáis luchando juntos con el
enemigo, y os dais cuenta de que no podéis avanzar, os "empapáis" y os ha-
céis uno con el enemigo. Podéis ganar aplicando una técnica adecuada
mientras estáis enredados mutuamente.
En las batallas en las que intervienen grandes números, así como en las
luchas con números pequeños, a menudo se puede ganar de forma decisiva
con la ventaja de saber cómo "empapar" al enemigo, mientras que, si os se-
pararais, perderíais la oportunidad de ganar. Investiga bien esto.
 

Herir las esquinas
 

Es difícil mover cosas fuertes empujando directamente, por lo que debes
"herir las esquinas".
En la estrategia a gran escala, es beneficioso golpear las esquinas de la
fuerza del enemigo. Si las esquinas son derribadas, el espíritu de todo el
cuerpo será derribado. Para derrotar al enemigo hay que seguir el ataque
cuando las esquinas han caído.
 

En el combate individual, es fácil ganar una vez que el enemigo se de-
rrumba. Esto ocurre cuando hieres las "esquinas" de su cuerpo, y así lo de-
bilitas. Es importante saber cómo hacer esto, por lo que debes investigar a
fondo.

Arrojar a la confusión
 

Esto significa hacer que el enemigo pierda la determinación.
En la estrategia a gran escala podemos utilizar nuestras tropas para con-
fundir al enemigo en el campo. Observando el espíritu del enemigo, pode-
mos hacerle pensar: "¿Aquí? ¿Allí? ¿Así? ¿Así? ¿Lento? ¿Rápido?". La vic-
toria es segura cuando el enemigo está atrapado en un ritmo que confunde
su espíritu.
 

En el combate individual, podemos confundir al enemigo atacando con
técnicas variadas cuando surja la oportunidad. Haz una finta con una estoca-
da o un corte, o haz que el enemigo piense que vas a acercarte a él, y cuan-
do esté confundido podrás ganar fácilmente. Esta es la esencia de la lucha, y
debéis investigarla a fondo.
 

Los tres gritos
 

Los tres gritos se dividen así: antes, durante y después. Grita según la si-
tuación. La voz es una cosa de vida. Gritamos contra los incendios y demás,
contra el viento y las olas. La voz muestra energía.
En la estrategia a gran escala, al comienzo de la batalla gritamos lo más
fuerte posible. Durante la lucha, la voz es de tono bajo, gritando mientras
atacamos. Después de la contienda, gritamos en la estela de nuestra victoria.
Estos son los tres gritos.
 

En el combate individual, hacemos como si fuéramos a cortar y gritamos
"¡Ei!" al mismo tiempo para molestar al enemigo, luego en la estela de
nuestro grito cortamos con la espada larga. Gritamos después de haber cor-
tado al enemigo - esto es para anunciar la victoria. Esto se llama "sen go no
koe" (voz antes y después). No gritamos simultáneamente con el floreci-
miento del sable largo. Gritamos durante el combate para entrar en ritmo.
Investiga esto en profundidad.
 

Para mezclarse
 

En las batallas, cuando los ejércitos están enfrentados, atacad los puntos
fuertes del enemigo y, cuando veáis que son rechazados, separaos rápida-
mente y atacad otro punto fuerte en la periferia de su fuerza. El espíritu de
esto es como un camino sinuoso de montaña.

Este es un método de lucha importante para un hombre contra muchos.
Derriba a los enemigos en un barrio, o hazlos retroceder, y luego aprovecha
el momento y ataca otros puntos fuertes a derecha e izquierda, como si se
tratara de un camino de montaña sinuoso, sopesando la disposición de los
enemigos. Cuando conozcas el nivel de los enemigos ataca fuertemente sin
rastro de espíritu de retirada.
 

Lo que se entiende por "mezclar" es el espíritu de avanzar y comprome-
terse con el enemigo, y no retirarse ni un paso. Debéis entender esto.
 

Aplastar
 

Esto significa aplastar al enemigo considerándolo débil.
En la estrategia a gran escala, cuando vemos que el enemigo tiene pocos
hombres, o si tiene muchos pero su espíritu es débil y desordenado, le gol-
peamos el sombrero sobre los ojos, aplastándolo por completo. Si aplasta-
mos ligeramente, puede recuperarse. Hay que aprender el espíritu de aplas-
tar como si se tratara de un apretón de manos.
En el combate individual, si el enemigo es menos hábil que nosotros, si
su ritmo es desorganizado, o si ha caído en actitudes evasivas o de retirada,
debemos aplastarlo de inmediato, sin preocuparnos por su presencia y sin
dejarle espacio para respirar. Es esencial aplastarlo de una vez. Lo primor-
dial es no dejarle recuperar su posición ni siquiera un poco. Debes investi-
gar esto profundamente.
 

El cambio montaña-mar
 

El espíritu "montaña-mar" significa que es malo repetir lo mismo varias
veces cuando se lucha contra el enemigo. Puede que no haya más remedio
que hacer algo dos veces, pero no lo intentes una tercera vez. Si una vez
realizas un ataque y fallas, hay pocas posibilidades de éxito si vuelves a uti-
lizar el mismo enfoque. Si intentas una técnica que has probado anterior-
mente sin éxito y vuelves a fracasar, entonces debes cambiar tu método de
ataque.
 

Si el enemigo piensa en las montañas, ataca como el mar; y si piensa en
el mar, ataca como las montañas. Debes investigar esto profundamente.
Penetrar en las profundidades

Cuando luchamos con el enemigo, incluso cuando se puede ver que po-
demos ganar en la superficie con el beneficio de la Vía, si su espíritu no se
extingue, puede ser vencido superficialmente pero invicto en espíritu en lo
profundo. Con este principio de "penetrar en las profundidades" podemos
destruir el espíritu del enemigo en sus profundidades, desmoralizándolo al
cambiar rápidamente nuestro espíritu. Esto ocurre a menudo.
 

Penetrar en las profundidades significa penetrar con la espada larga, pe-
netrar con el cuerpo y penetrar con el espíritu. Esto no se puede entender en
una generalización.
Una vez que hemos aplastado al enemigo en las profundidades, no hay
necesidad de permanecer animado. Pero si no es así, debemos seguir siendo
animosos. Si el enemigo
Si el enemigo permanece animado, es difícil aplastarlo. Hay que entre-
narse en la penetración en las profundidades para la estrategia a gran escala
y también para el combate individual.
 

Renovarse
 

"Renovarse" se aplica cuando estamos luchando con el enemigo, y surge
un espíritu enredado donde no hay resolución posible. Debemos abandonar
nuestros esfuerzos, pensar en la situación con un espíritu nuevo y luego ga-
nar con el nuevo ritmo. Renovar, cuando estamos en un punto muerto con el
enemigo, significa que sin cambiar nuestra circunstancia cambiamos nues-
tro espíritu y ganamos con una técnica diferente.
 

Es necesario considerar cómo "renovarse" se aplica también en la estrate-
gia a gran escala. Investiga esto con diligencia.
 

Cabeza de rata, cuello de buey
 

"Cabeza de rata y cuello de buey" significa que, cuando estamos luchan-
do con el enemigo y tanto él como nosotros nos hemos ocupado de peque-
ños puntos con un espíritu enredado, debemos pensar siempre en la Vía de
la Estrategia como una cabeza de rata y un cuello de buey. Siempre que nos
hayamos ocupado de pequeños detalles, debemos cambiar repentinamente a
un espíritu grande, intercambiando lo grande con lo pequeño.
Esta es una de las esencias de la estrategia. Es necesario que el guerrero
piense con este espíritu en la vida cotidiana. No debe apartarse de este espí-ritu en la estrategia a gran escala ni en el combate individual.
 

El comandante conoce a las tropas
 

"El comandante conoce a las tropas" se aplica en todos los combates de
mi Vía de la estrategia. Utilizando la sabiduría de la estrategia, pensad en el
enemigo como en vuestras propias tropas. Cuando piensas de esta manera
puedes moverlo a voluntad y ser capaz de perseguirlo. Te conviertes en el
general y el enemigo se convierte en tus tropas. Debes dominar esto.
 

Dejar ir la empuñadura
 

Hay varios tipos de espíritu implicados en soltar la empuñadura. Está el
espíritu de ganar sin la espada. También está el espíritu de sostener la espa-
da larga pero no ganar. Los distintos métodos no pueden expresarse por es-
crito. Hay que entrenar bien.
 

El cuerpo de una roca
 

Cuando habéis dominado la Vía de la Estrategia, podéis hacer que vues-
tro cuerpo sea como una roca y que diez mil cosas no os puedan tocar. Este
es el cuerpo de una roca.
No te moverás. Tradición oral.
 

Lo que está escrito arriba es lo que ha estado constantemente en mi men-
te sobre la esgrima de la escuela Ichi, escrito tal como me llegó. Es la pri-
mera vez que escribo sobre mi técnica, y el orden de las cosas es un poco
confuso. Es difícil expresarlo con claridad.
 

Este libro es una guía espiritual para el hombre que desea aprender la
Vía.
Mi corazón se ha inclinado hacia la Vía de la Estrategia desde mi juven-
tud. Me he dedicado a entrenar mi mano, a templar mi cuerpo y a alcanzar
las numerosas actitudes espirituales de la esgrima. Si observamos a los
hombres de otras escuelas discutiendo la teoría, y concentrándose en las
técnicas con las manos, aunque parezcan hábiles al observarlos, no tienen el
más mínimo espíritu verdadero.
 

Por supuesto, los hombres que estudian de esta manera creen que están
entrenando el cuerpo y el espíritu, pero es un obstáculo para la verdadera

Vía, y su mala influencia permanece para siempre. Así, la verdadera Vía de
la estrategia se está volviendo decadente y se está extinguiendo.
La verdadera Vía de la esgrima es el arte de derrotar al enemigo en un
combate, y nada más que esto. Si alcanzáis y os adherís a la sabiduría de mi
estrategia, no debéis dudar nunca de que ganaréis. 

 

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